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Ser entrenador sin cobrar, a veces, compensa y mucho. La. sociedad te necesita.

Muchos conocen mi defensa a ultranza de la necesaria profesionalización de la figura del entrenador de fútbol a todos los niveles y categorías. Sin embargo, trabajar como entrenador sin cobrar, en ocasiones, compensa y mucho.


El papel de los entrenadores y entrenadoras de fútbol base va más allá de la formación técnico-táctica de los jóvenes deportistas. Es más, el objetivo principal no es ese, si no que lo que se busca es la formación integral como persona de los participantes, con el fútbol como medio para ello, incluso con la competición como recurso, pero tiene que quedar claro si eres entrenador/a de fútbol formativo cuál es el objetivo.


Dicho lo cual, las funciones como técnicos, lógicamente, deberían de ser remuneradas ya que es nuestra profesión para la cual invertimos tiempo, esfuerzo, dinero, etc. Sin embargo, no debemos olvidar que el deporte implica una serie de valores universales y que, como parte responsables de éste, debemos promocionar y fomentar, dando ejemplo en primer lugar. Uno de estos valores es la solidaridad.


La solidaridad en el deporte puede implicar muchas acciones y gestos maravillosos que pueden mover el mundo, si créetelo, mover el mundo, mover el alma y la ilusión de otras personas, su alegría, su salud, sensaciones, sentimientos y emociones. Y como entrenadores también tenemos la obligación de aportar todos esos valores universales del deporte a los que más lo necesitan.


A continuación te presento algunas de las experiencias en el fútbol que más me han marcado a nivel personal, curiosamente todas como voluntario, sin cobrar.


Programa Liderazgo Social ONG Cooperación Internacional.


Perico Herráiz, responsable de este precioso proyecto y amigo personal, lleva a cabo junto con los tan apreciados voluntarios un programa consistente en el desarrollo integral de chicos y chicas del barrio de El Gancho, en Zaragoza en riesgo de exclusión social. Y vaya que si lo consiguen. Sus medios: el fútbol sala y sus valores. Mediante "una cuota" de los jugadores/as consistente en el compromiso de estudiar todos los días juntos en salas cercanas al campo de entreno y la realización de actividades de voluntariado para ayudar a otros que también lo necesitan, se conforman distintos equipos de chicos y chicas que juegan en la liga local. Fútbol, estudios y eventos solidarios conforman este programa que sin duda consigue sacar lo mejor de esos chicos y chicas.


Pues bien, tuve el privilegio y la suerte de poder entrenar una tarde a uno de los equipos de chicas. Resultado BRUTAL. Ver sus caras, sonrisas, interés, pasión y diversión no tiene precio. Chicas de muchas nacionalidades, de Zaragoza, de aquí y de allá unidas por el fútbol sala y mejorando cada día como personas y en sus vidas gracias a éste y el resto de actividades. Mis sensaciones y emociones: agradecimiento por todo lo que me aportan, por sus historias, sus valores, admiración, reconocimiento por todo lo que hacen por los demás, amor, solidaridad, deseo de ayudar, privilegiado y agradecido a Dios, a la vida, por todo lo que soy y tengo. Impresionante.




Programa del Arsenal FC Double Club Language para el Desarrollo Social en el barrio londinense de Hackney.


En esta ocasión pude conocer de primera mano otra iniciativa maravillosa, en este caso desarrollada por el Arsenal FC en el barrio de Hackney, en Londres, aunque también se desarrolla por todo Reino Unido y otras partes del mundo. Este programa consiste en el desarrollo de zonas deprimidas y su población, especialmente los más jóvenes, a través de la práctica del fútbol en diferentes idiomas, entre ellos el español. Es decir, se busca el desarrollo personal, cultural y lingüístico, dotando a los chicos y chicas de más competencias lingüísticas por medio de la práctica del fútbol en distintos idiomas, con el apoyo de jugadores del primer equipo de distintas hablas, técnicos de otros países y asociaciones y entidades culturales.


Pues allí que me propusieron ir para ayudar y no me lo pensé ni un solo momento. Es cierto que esa semana yo estaba allí trabajando, pero estas actividades surgieron sobre la marcha y ,voluntariamente, sentí la necesidad de ayudar en esta iniciativa. Resultado: "sin palabras". Y digo sin palabras porque precisamente lo que menos importaba en un programa del fomento lingüístico a través del fútbol eran las palabras. Una vez más, este maravilloso deporte y en este caso el lenguaje, eran las excusas, lo medios para lograr sacar lo mejor de todos y cada uno. Participantes y voluntarios.


Nos lo pasamos en grande, jugando a fútbol en inglés, español, conociendo nuestras historias personales y prometiendo ayudarnos aquí o allá siempre que lo necesitemos. Fantástico.




Sin ninguna duda, SER ENTRENADOR DE FÚTBOL SIN COBRAR, muchas veces compensa y mucho. No lo pienses, tienes mucho que aportar y ganar. Se voluntario. Es un deber que tenemos con la sociedad como privilegiados que somos por ser técnicos y quien somos.





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